¡Hum!, veamos…
No va a ser éste un blog de
análisis, reflexiones o reseñas aunque puedan darse en algún caso, que no digo
yo que no, si no más bien de carácter algo más introspectivo, sobre la diversa
obra gráfica que he llevado a cabo a lo largo de, ejem, un cierto largo tiempo.
Se trata de incluir semanalmente
(omnia vanitas, lo sé, lo sé) una o
más piezas, recientes o remotas, según me levante esa mañana, rescatadas de
entre el cúmulo de bocetos, garabatos y originales en que me sumerjo cuando
busco algo entre mis cosas.
Es incluso posible que, de
hallar el orden adecuado en las etiquetas del blog, logre hacer algo parecido
con los papeles reales, cosa que sí sería una magnífica gratificación aparte,
claro, de la ya consabida de poder ofrecerte ojear unas ilustraciones, historietas,
dibujos y otras… maravillas que de otra forma no podría mostrarte (¡y no
llegarías quizá a conocer jamás!).
Naturalmente, llegado su
momento, el blog terminará su andadura, como debe ser, pero mientras tanto…
¡vamos a ello!
Así que, hecha la pertinente
declaración de intenciones, espero que disfrutes de las Horas de Papel (y
Tinta).
***
"...Entre libremente por su propia voluntad y deje parte de la felicidad que trae consigo..." D.
Ésta estupenda frase iba, en un principio, a encabezar el blog como subtitulo, pero no estaba claro que fuese a mantener su inquietante sentido sin una aclaración sobre el personaje de ficción que la pronuncia, así que finalmente ha quedado para ésta entrada, que se abre precisamente con dicho personaje.
La ilustración forma parte de una colección que llamé Papeles de Cine, que iré subiendo y que, como su nombre indica, está dedicada a personajes (no a los actores que los encarnaron, pese a que en ocasiones pueda darse un parecido del todo involuntario, jeje...) de viejas películas.
Parece oportuna y sincera, la frase, ¿verdad?...
