17.- A ÉSTE LADO DEL RÍO PECOS

Ya se que el western no se encuentra entre tus géneros favoritos (no, tu no; aquel del fondo), y que no está de moda, y que pese a ocasionales intentos revitalizadores mantiene un cierto tufillo a polvoriento (y no, no es solo por lo pedregoso y reseco de Arizona, o Almería), y que tanta chulería, tanta venganza, tanto tiro, tanto matón, tanto patán y tanto putón pueden acabar por aturdir al más estoico aficionado. Ahora bien...

Sabes que existe en el western, lo mismo que en todo género que se precie, una porción más que generosa de títulos que forman parte del cine ese con el que se te llena la boca, de ese en el que el género es un vehículo con el que llevarte a través de una buena historia, guiado por algunos grandes personajes.

Y ya que por casualidad ha salido el tema de los personajes, tengo aquí precisamente unos cuantos, bien diferentes entre sí pero que, créeme, no tienen desperdicio...

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Lo primero que no sabemos de Joe es, precisamente, su nombre, aunque se le conoce como el extranjero, el rubio o el manco (uno para cada una de las películas de la llamada trilogía del dólar).
Y lo siguiente que no sabemos es, bueno... todo lo demás.

Alejado casi tanto de los héroes del western clásico como de los clásicos villanos del western, el "hombre sin nombre" es a la vez un resultado y un detonador del entorno brutal en el que evoluciona ésta modalidad conocida como spaghetti western.

Así que, salvo su magnetismo, sus indiscutibles y letales habilidades técnicas y su humor agrio, poco más se conoce de un personaje inclasificable que en boca de su creador Sergio Leone; "no tiene nombre, ni pasado, ni futuro; sólo presente".

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Los tipos como Tom Doniphon nunca pasan a la historia.

Se quedan, anónimos, entre los pliegues de ésta, dando volumen y empaque a otros que, en el mejor de los casos, lo aprovechan para bien (ganando renombre y condecoraciones por el camino), y en el peor, para sí mismos (ganando también renombre y condecoraciones).

Doniphon es un tipo sencillo, algo primario y rocoso, de los que sirven para construir los pedestales de las estatuas de otros, en concreto la de el hombre que mató a Liberty Valance.

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Conflicto ético angustioso y endemoniado el del sheriff Will Kane. ¿Debe sobrevivir a toda costa y huir del pueblo el mismo día de su boda cuando las cosas vienen mal dadas, y vivir con ello?

¿O debe mantener su compromiso con una comunidad acobardada que no le apoya... siguiendo sus principios, y quizá caer en el intento?

Sospecho cual sería tu respuesta (y, tal vez la mía propia), pero a modo de ejemplo, debes saber que el guionista Carl Foreman ya había pasado por ésa decisión cuando se negó a declarar ante el Comité de Actividades Antiamericanas un año antes de escribir la película, sintiéndose, sin duda,... solo ante el peligro.

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"Como la flor del desierto que nace de la dura arcilla, crece rápida y hermosa y desaparece de forma efímera". Así es Pearl Chávez, en la trágica película Duelo al sol.

Un personaje sencillo, ingenuo y extremo que va enlazando inexorablemente malas elecciones con peores decisiones en relación al hijo favorito del viejo sátrapa McCandless, hacendado tiránico tejano; el fanfarrón y malote Luth.

Desde el mismo momento en que ambos se conocen comprendes que la cándida Pearl ha nacido para sufrir y que pondrá en ello todo su empeño hasta cumplir su breve y agridulce ciclo, como la flor del desierto.

Y ahora, una vez vaciado el cargador... Hasta la próxima,... forastero.